10 abril, 2019

Love, Death & Robots

 
Datos técnicos:

Título: Love, Death & Robots
Estado: En emisión
Año: 2019-presente
Plataforma: Netflix
Género: ciencia ficción
Calificación personal: ⭐⭐⭐⭐ (8/10)
 
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Cuando no me está cancelando series que amo, Netflix y yo nos llevamos muy bien; esta serie es un buen ejemplo.

Love, Death & Robots es una antología animada para adultos. La serie está producida por Joshua Donen, David Fincher (director de películas icónicas como Seven, Fight Club, Zodiac, The Social Network), Jennifer Miller y Tim Miller (reconocido artista de efectos especiales y director de la película Deadpool).
La serie consta de 18 episodios independientes, todos de menos de 20 minutos de duración, y todos producidos y animados por diferentes equipos de diferentes países. Haciendo honor al título de la serie, cada episodio tiene alguna conexión temática con el amor, la muerte y los robots.

Lo primero que voy a decir es que es una serie muy, muy sangrienta y explícita (está calificada solo para mayores de 18 años). Si no aguantan ver sangre salpicando, tripas colgando de los cuerpos, cráneos siendo aplastados, brazos siendo partidos y cosas así, tal vez deberían mirar otra cosa. Se perderían de una serie muy especial, pero si la van a pasar mal no tiene gracia. También hay mucha desnudez explícita; no necesariamente con intención sexual, pero los genitales están ahí, bien visibles, en muchos episodios. Solo para advertirles en caso de que sea algo que los incomoda.

Pasadas las advertencias, puedo hablar de la serie en sí. Como cualquier antología, hay capítulos buenos, otros más o menos, y otros espectaculares. No se puede ganar en todo. Esta serie ofrece muchos capítulos muy buenos, todos con ambientación futurista de distintos tipos. Las historias no tienen mucha complejidad, pero todas son interesantes y entretenidas a su manera. Algunas no ofrecen más que un pequeño relato atractivo, pero otras dejan una especie de moraleja sobre el ser humano o sobre la tecnología. A más de uno nos recordó a la serie Black Mirror, que se caracteriza justamente por dejar moralejas o denuncias hacia el uso de la tecnología o sobre la naturaleza humana (también la presentación del título al principio de cada episodio es similar). La diferencia es que Love, Death & Robots lo logra en episodios de 15 minutos o menos, mientras que Black Mirror necesita episodios de una hora entera para probar su punto.

En lo personal, los cortos siempre me parecieron productos mucho más complejos y admirables que un largometraje. Imagínense meter una historia de dos horas en un episodio de 15 minutos. El trabajo de escritura que hay que hacer para sintetizar y comprimir la introducción, conflicto y desenlace de una historia y que dure menos de lo que tardamos en tomarnos un café. Me parece un logro espectacular, y acá se logra bien en muchos casos.


Ahora voy a hablar de lo más importante de esta serie: la animación. Si me dan un momento, les cuento por qué me fascina tanto este formato. Creo que la reseña de esta serie es ideal para explayarme un poquito sobre el tema, ya que es de las pocas que he visto que tiene tanto énfasis en él.

La razón obvia y principal por la que amo tanto la animación es porque no tiene límites. ¿Querés ver peces nadando por el aire en medio de un desierto? La animación lo consigue. ¿Una persona transformándose en zorro o lobo o robot? Claro que sí. ¿Monstruos o bichos terroríficos que parecen salidos de una pesadilla? Por supuesto. ¿Querés subirte a un dragón y volar por arriba de las nubes, ver cómo trabajan las emociones dentro de tu cerebro, entrar al internet y pelear contra un virus que roba datos, viajar en un castillo que camina, pelear contra aliens gigantes azules que tienen a los seres humanos como mascotas? Con la animación podés hacer todo eso y la experiencia puede verse de millones de formas distintas dependiendo de quién te la muestre y en qué época se haya creado.

La animación es soñar con los ojos abiertos. Las posibilidades son infinitas y únicas, y permiten contar historias que los live-action no, especialmente en el género de fantasía o ciencia ficción. Tienen una consistencia y fluir de la imagen que no se compara con ningún live-action; sin importar la altísima calidad de efectos especiales que le pongan en posproducción, uno siempre nota la diferencia entre lo que es agregado y la filmación base, y se siente medio falso. En la animación eso no pasa.
En lo personal, me gusta más la animación 2D, siempre la sentí mucho más real, más tangible. Si bien hoy en día se pueden hacer maravillas con el CGI (Computer-generated Imagery, es decir, imágenes creadas por computadora, coloquialmente referida también como animación 3D), la animación hecha así siempre me parece demasiado limpia, muy perfectita, como aceitada, todo se mueve demasiado bien.

Por suerte, en Love, Death & Robots hay una enorme variedad de estilos de animación y diseño de personajes porque cada episodio está hecho por un estudio diferente. Me dieron unas lindas joyitas de animación 2D que disfruté muchísimo. Aunque la verdad es que la mayoría de los episodios tiene animación con CGI, lo cual me decepcionó un poco porque yo quería más variedad. Igualmente, la animación CGI de esta serie es quizás la más impecable que vi en mi vida. En más de un episodio me pregunté si no eran rostros reales lo que estaba viendo; fue realmente sorprendente.

¿CÓMO PUEDE SER QUE ESTO NO SEA UNA PERSONA REAL? NECESITO MAYÚSCULAS MÁS GRANDES.

 
En conclusión, si les gusta la ciencia ficción y no tienen estómago débil, miren esta gran serie de antología de animación que te deja queriendo más después de cada episodio. La animación es espectacular en todos los capítulos y cada una tiene su diseño y movimiento particular. Destaco los episodios “Sonnie’s Edge”, “The Witness”, "Sucker of Souls", “Beyond the Aquila Rift”, "Good Hunting", “Shape-shifters” y “Blindspot”, ya sea por el logro en animación o por la trama que propone.
Recomiendo mucho esta serie y espero ansiamente la segunda temporada.

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